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Ventanas de PVC o Aluminio: ¿Cuál es la mejor opción?

A la hora de construir tu vivienda o negocio, una decisión que no debes pasar por alto es la elección del tipo de ventanas, ya que estas influyen significativamente en la eficiencia energética, el confort y la estética de tus ambientes. 



Ventanas de PVC

Las ventanas de PVC, están fabricadas con un material plástico de alta resistencia y durabilidad. Una de sus principales ventajas es su excelente eficiencia energética, ya que el PVC es un material no conductor. Esto significa que ayuda a equilibrar las temperaturas tanto en invierno como en verano, lo que puede beneficiar los ahorros en costos y hacer de estas ventanas una opción más económica a largo plazo. Además, el PVC tiene propiedades de amortiguación del sonido, reduciendo los ruidos exteriores y garantizando una mejor calidad de vida dentro de la vivienda.

Otra ventaja significativa de estas ventanas es su bajo mantenimiento. Son resistentes, no se oxidan y no requieren pintura, lo que las convierte en una opción práctica y duradera. En términos de diseño, brindan una gran variedad de estilos y colores, permitiendo personalizar las ventanas para que se adapten a los deseos específicos de cada vivienda o negocio. 


Las ventanas de PVC pueden tener un acabado foliado, que consiste en aplicar una lámina adhesiva sobre el perfil para darle un aspecto similar al de la madera. El foliado es un revestimiento más duradero que el lacado, aunque la gama cromática es menor. De este modo, se consigue un acabado idéntico al de las ventanas de madera. 


Varios de nuestros proyectos, como Sausalito, Roma y Basilea, utilizan ventanas de PVC debido a su durabilidad, resistencia, eficiencia energética y capacidad de reducir el ruido exterior. 


Ventanas de Aluminio

Las ventanas de aluminio destacan por su fuerza y estabilidad. El aluminio, a diferencia del PVC, es un metal fuerte y ligero, lo que permite fabricar ventanas aptas para soportar grandes cargas sin comprometer su integridad estructural. Esta fortaleza hace que este tipo de ventanas sean una opción más viable para edificios de gran altura o donde se requiere un material que soporte fuertes vientos y condiciones adversas. Además, el aluminio es un material reciclable y sostenible, lo que lo transforma en una opción respetuosa con el medio ambiente.


En comparación con el PVC, el aluminio puede ser menos eficiente en términos de aislamiento térmico, ya que es un buen conductor de calor. Sin embargo, este inconveniente se puede resolver incluyendo roturas de puente térmico, mejorando su rendimiento energético. Estas aberturas también ofrecen una estética moderna y elegante, con perfiles más delgados que permiten una mayor entrada de luz natural.


En este tipo de ventanas, podes elegir entre dos tipos de acabados: lacado, que implica cubrir el aluminio con una capa de revestimiento sintético; y anodizado, que consiste en crear una capa de óxido de aluminio en la superficie para ofrecer una protección adicional contra la corrosión.


Así como tenemos proyectos que prefieren utilizar ventanas de PVC, también hay proyectos que eligen las de aluminio, como Stein y Bangkok.


¿Cual es la mejor opción? 

Tanto las ventanas de PVC como las de aluminio tienen sus propias ventajas y desventajas. La elección entre uno y otro dependerá de tus necesidades específicas. Si buscas eficiencia energética y bajo mantenimiento, el PVC podría ser tu mejor opción. Si, por otro lado, valoras la durabilidad y un diseño elegante y moderno, el aluminio podría ser la elección correcta. Ambas opciones ofrecen soluciones fiables y duraderas, mejorando el confort y la eficiencia de tu espacio. 


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